Cómo tomar la copa: ¿Es una ley?

Recientemente, encontré un comentario en el que se criticaba firmemente a una modelo que posó para una fotografía artística con una botella y una copa de vino. La crítica se centraba en que la modelo tomaba la copa por el cáliz, lo que, según el autor del comentario, no era elegante y no constituía la forma adecuada de tomar una copa.

Angélica Cruz, poza para una foto artística de Vinos El Rey en Granada,Nicaragua..
Modelo Angélica Cruz, en la controvertida fotografía de fantasía, Granada, Nicaragua, 2023.

Este comentario me llamó mucho la atención, tanto que decidí escribir unas palabras sobre el asunto.

Sostener la copa de vino: un gesto sencillo con mucha ciencia detrás

Me preocupa un poco que se esté diluyendo la verdadera razón por la que tenemos que sostener la copa por el tallo al momento de practicar una cata o una degustación de vinos. La verdad absoluta es que más que etiqueta o elegancia, se trata de un asunto netamente técnico, separado totalmente de si es elegante o no.

De hecho, sostener la copa de vino de forma correcta permite una mejor apreciación de las características del vino, como su aroma, textura y sabor. Al sostener la copa por el tallo, evitamos que la temperatura de nuestras manos afecte la temperatura del vino y que la huella dactilar ensucie la superficie de la copa, lo que podría afectar la percepción del vino.

Además, sostener la copa por el tallo permite que se pueda apreciar el color y la claridad del vino sin que la temperatura de nuestras manos afecte la temperatura del vino. Por lo tanto, sostener la copa de forma correcta es una habilidad técnica importante para cualquier amante del vino que desee apreciar todas las características de la bebida de manera adecuada.

Es evidente que esta técnica arraigada en nuestras mentes desestimará cualquier postura diferente con respecto a sostener la copa, incluso cuando no sea necesario, como en el caso de simular un brindis en una escena o una fotografía artística.

Fotografía artística en la que no existe razón técnica para sostener la copa por el tallo o base, como si se tratara de una catación.
Una imagen mágica donde la copa se sostiene sin lógica técnica, como si fuera un conjuro de catación artística.

La mayoría de nosotros hemos visto cómo un actor, interpretando su papel, bebe de una copa de vino sin preocuparse por el rigor técnico de la catación. En mi humilde opinión, esto está justificado, ya que en la escena no se está evaluando el vino. Sin embargo, para los amantes de la catación, esto puede resultar un poco chocante.

Si algo está claro es que si el actor mencionado fuera un experto en la materia y se sumergiera en el mundo del vino, nunca cogería la copa por el cuenco (aunque para la escena no importara) a menos que la escena lo pidió específicamente

La copa de vino en tu casa

¿Te ha pasado alguna vez que llegas a tu casa después de un día duro y lo único que quieres es una copa de vino? No importa si estás cansado, asustado, triste, preocupado o muy alegre. Lo que necesitas es una copa de vino. No te pones a pensar si el vino es afrutado o no, ni si lo estás catando o evaluando correctamente. Lo que quieres es beberlo y punto. En ese caso, ¿qué más da cómo sujetes la copa? ¿Verdad o no?

La copa de vino en la calle

Hace poco, fui a una exhibición de caballos con un amigo que sabe mucho de catas, barismo y esas cosas. Además, nos acompañaban otros amigos que también disfrutan del buen vino. Cuando llegamos, sacamos un par de botellas de la nevera de mi camioneta, las descorchamos y servimos en copas. Al principio, él seguía todo el protocolo de catación: observaba el color, olía el aroma, saboreaba el sabor. Era un vino blanco afrutado de la región norte de Nicaragua, muy apreciado por los nicaragüenses. Sin embargo, la situación cambió cuando empezaron a pasar los caballos muy cerca de nosotros. Entre empujones, risas y sustos, nos dimos cuenta de que él había dejado de lado su formalidad y ahora sujetaba la copa por el cuenco. Lo único que le importaba era no desperdiciar ni una gota de la bebida. Fue entonces cuando comprendí que también se puede disfrutar de un vino bebiéndolo sin evaluarlo o catarlo. ¿Verdad o no?

La copa de vino en el cine

Ahora bien, ¿qué pasa cuando vemos a una actriz en una película o serie que sostiene la copa por el cuenco? ¿Es un error o una falta de etiqueta? La respuesta depende del contexto. Si se trata de una escena cotidiana, en la que quizás ni siquiera se bebe el vino o ni siquiera es vino lo que hay en la copa, no tiene sentido exigir que la actriz siga la regla enológica. Pero si se trata de una escena relacionada con el mundo del vino, en la que se supone que la actriz sabe o quiere saber sobre el vino, entonces sí sería un desacierto que no sujetara la copa por el tallo.

¿La ley de la copa?

Hay una regla básica que debes seguir si quieres catar, degustar o evaluar un vino: sujetar la copa por el tallo. Pero si solo quieres disfrutar de un buen momento con vino sin pretensiones, no tienes por qué ceñirte a esta norma. Lo importante es que no perdamos el verdadero sentido de esta maravillosa bebida, que es disfrutarla, compartir y celebrar la vida. y para los que amamos esta exquisitez, por favor no diluyamos el verdadero concepto detrás de nuestras manos en el tallo de una copa de vino. En definitiva, la forma de tomar la copa de vino tiene un propósito principal, y no es lucir elegante o sofisticado. Es apreciar mejor las cualidades del vino y disfrutar de su sabor y aroma. Pero recuerda que lo más importante es que te sientas cómodo y feliz con tu copa de vino, sea como sea que la sujetes.

¿Cómo calentar el vino con las manos?

A veces, el vino puede estar demasiado frío para apreciar sus aromas y sabores, según el tipo de vino que sea. Por ejemplo, los vinos tintos se recomiendan servir entre 15 y 18°C, mientras que los blancos entre 8 y 12°C. Si al servir el vino en tu copa percibes que está por debajo de estas temperaturas, puedes calentarlo un poco usando tus manos. Para ello, debes sujetar la copa por el cuenco o el cáliz, y no por el tallo, y dejar que el calor de tus manos se transmita al vino. Así, podrás disfrutar de sus notas más intensas y complejas. Pero cuidado, no lo calientes demasiado, o perderá su frescura y equilibrio.

Parece que alguien necesita relajarse y disfrutar del vino de la forma que más le talle.

Si mis líneas no les tallan, tranquilos, ustedes, tomen la copa por el tallo.

En estas líneas, no buscamos rediseñar lo que ya ha sido tallado, más bien pretendemos ofrecer una perspectiva única, que brille con matices distintos a lo que ya ha sido proclamado.

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