La pregunta siempre ha estado ahí: ¿se puede llamar vino a una bebida fermentada a base de frutas? Para los puristas de la enología, la respuesta es clara: no. El vino es, por definición, una bebida fermentada a base de uva. Sin embargo, para muchos otros, la respuesta no es tan sencilla.
Los vinos de frutas son una realidad creciente en todo el mundo. Se elaboran a partir de una amplia variedad de frutas, como la manzana, la pera, la uva, la frambuesa, la mora, la cereza, el mango, la piña, la naranja, el limón o como en Vinos el Rey, de Tamarindo con Maracuyá o Café con Cacao, entre otros.
En este artículo, exploraremos el debate sobre los vinos de frutas. ¿Se pueden considerar vinos legítimos? ¿Qué argumentos hay a favor y en contra?
¿Qué hace que el vino sea vino? La etimología o la legislación”.
¿Qué hace que el vino sea vino? La etimología o la legislación. La palabra vino proviene del latín vinum, que a su vez proviene del griego «oinos» más allá se deriva de alguna lengua hablada en la región donde se originó este producto: el Cáucaso, donde hoy se encuentra Georgia. La vid, la planta cuyo fruto, la uva, se utiliza para elaborar el vino que conocemos.
La uva Vitis vinifera es la especie de vid más utilizada para la elaboración del vino, ya que es la única que está legalmente autorizada para ello. Se trata de una uva originaria del Cáucaso que se distingue por su alto contenido en azúcares y su facilidad para fermentar, entre otras maravillas enológicas.
Sin embargo, existen otras especies de vid, como la Vitis labrusca, la Vitis riparia o la Vitis vulpina, que también pertenecen a la familia Vitaceae y que también producen frutos comestibles y fermentables. Entonces, ¿por qué solo se considera vino al que se hace con la Vitis vinifera? ¿Es solo una cuestión de etimología o hay algo más?
La respuesta es: hay algo más. La cuestión de la etimología del vino es compleja. Si la palabra «vino» se refiere al fruto de la vid, entonces todos los vinos, independientemente de la variedad de uva utilizada, deberían llamarse vino. Sin embargo, en la práctica, la palabra «vino» se utiliza para referirse a la bebida elaborada a partir de la uva Vitis vinifera.
Al leer el párrafo anterior, se puede concluir que el término «vino» no se refiere a un asunto netamente lingüístico. Por lo tanto, desde una perspectiva etimológica, no hay razón para negar que los vinos elaborados con frutos distintos a la uva sean vinos. Por esta razón, los puristas enológicos que se han escudado en la cuestión de la etimología han fracasado. Su argumento es insostenible. Parece ser un asunto legal en lugar de un asunto lingüístico.



La ley y el vino de frutas ¿Es legítimo?
El uso de la palabra «vino» para referirse a las bebidas alcohólicas fermentadas a partir de frutas es un tema controvertido. La respuesta es sí y también no. En algunos países, la ley no permite llamarle vino a los de frutas, mientras que en otros, la ley exige llamarle vino a los de frutas.
España es un país reconocido por sus vinos, con una larga tradición vitivinícola que se remonta a siglos atrás. Esta tradición está respaldada por una legislación específica que regula la producción, elaboración y comercialización de los vinos. Pero, ¿qué pasa con los vinos de frutas? En muchos países, como Nicaragua, existe una norma técnica que regula la producción y el etiquetado de las bebidas alcohólicas fermentadas a partir de frutas y/o plantas tropicales. Estas bebidas se denominan vinos de frutas y deben cumplir con ciertas especificaciones de calidad, composición y presentación.
En Vinos El Rey, hemos elaborado durante años fórmulas de frutas vinificadas con el máximo respeto por las tradiciones del mundo del vino. Sin embargo, también nos hemos adaptado a la normativa vigente y hemos etiquetado nuestros productos como vinos de frutas, tal como lo exige la ley. Así, ofrecemos a nuestros clientes una variedad de sabores y aromas que reflejan la riqueza y diversidad de nuestra tierra.
En definitiva, la legitimidad de los vinos de frutas depende de la legislación de cada país. En algunas naciones, la ley no permite la comercialización de estas bebidas con dicha denominación, mientras que en otros lugares, esta práctica es legal.

Más que Frutas Fermentadas
En un principio, creímos que podíamos evitar la controversia llamando a nuestros productos «frutas fermentadas» o «producto fermentado». Sin embargo, nos dimos cuenta de que eso no era justo para nuestros productos ni para nuestros clientes. En Vinos El Rey, no nos conformamos con llamarlos así. Sabemos que la fermentación es un proceso clave para obtener el alcohol, pero no es el único. También aplicamos técnicas de vinificación, como la clarificación, la filtración, la estabilización y el embotellado, que nos permiten obtener bebidas de alta calidad, con un sabor, un aroma y un color únicos. Por eso, preferimos llamarlos «vinos de frutas», ya que reflejan mejor el trabajo y la pasión que ponemos en cada botella.
En estas páginas, no buscamos rediseñar lo que ya ha sido tallado, mas bien pretendemos ofrecer una perspectiva única, que brille con matices distintos a lo que ya ha sido proclamado.
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